miércoles, 25 de julio de 2007

Barcelona-Tibidabo
















El Tibidabo es un espacio emblemático de la ciudad de Barcelona por su condición de punto más alto de la ciudad y porque en la memoria de todos los ciudadanos es un referente del ocio.
Desde la cima, siempre se ha visto la cara más amable de nuestra realidad urbana, con un horizonte limpio en el mar y las calles rectas del Eixample que enlazan la montaña con el centro histórico.

El Tibidabo es un parque de atracciones que nos gusta decir que es familiar, no únicamente porque su visita en familia ha sido y es tradicional, sino porque todas las personas, tengan la edad que tengan, encuentran atracciones adecuadas a sus circunstancias.

El hecho de que el Tibidabo sea más que centenario hace que casi todo el mundo sepa que existe. Como parque de atracciones, el Tibidabo tiene una oferta que reúne prácticamente todas las variedades de atracciones de referencia en el sector, algunas de ellas alejadas de los modelos más actuales pero con otras, en cambio, que superan con mucho la oferta de los demás parques de nuestro entorno, por su calidad, antigüedad o singularidad.

La misión que se ha propuesto siempre el parque es satisfacer el tiempo de ocio para que sus clientes se sientan y sean protagonistas de sus sensaciones, en un entorno que combina naturaleza, diversiones, espectáculo, servicios, conocimientos y valores de convivencia.

Su nueva atracción es el PENDOL; un brazo que cae desde 30 m de altura desplazandose en efecto Péndulo. Una de sus atracciones más conocidas a parte de la Noria, el avion y la Atalaya es el Hotel Kruger; un hotel donde estan todos los fenómenos mediáticos de la historia de el cince de terror. Está previsto tambien, la inaguracion de la nueva montaña rusa del Tibidabo. Sera la atraccion estrella del parque. Tambien se prevé ampliar el parque en zona ``este´´ donde haran jardines, tiendas o alguna atraccion más.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El Tibidabo me recuerda a una época muy feliz: mi infancia. Mi tía me llevó de viaje a Barcelona y, como no, fuimos a visitar el famoso parque. ¡Cómo disfruté! Me fascinó subir en el avión y me reí como loca en la sala de los espejos. Gracias por refrescar mi memoria. Un beso de
Chari
(soy amiga de Consuelo, ella me ha dado la dirección de tu blog)

Anónimo dijo...

Hola preciosa: Tienes un blog guapo, guapo, de verdad. ¡Dios mío incluso en inglés!. Mira como yo no entiendo ni papa puedes aprovechar y llamarme lo que quieras después de mi crítica despiadada de esta mañana, espero que no me odies más que un poquitito. Un beso.

IANIRA DINESEN dijo...

Hola Chari,

Yo el año pasado estuve en el Tibidabo, aunque se me olvidó montarme en el avión, que desastre.

Este año vuelvo a ir y intentaré montarme en las atracciones en las que no me monté el año pasado. Es un parque muy especial, no intenta tener atracciones supermegafamosas, sinó más bién atracciones con las que te diviertas.

La sala de los espejos tiene la gracia de que cuando no te sabes el camino te los comes. Una vez aprendido el recorrido solo resta llegar al final y entrar en la sala para empezar a mirarte en los diferentes espejos.

De pequeña solía ir más amenudo.